El pánico y la urgencia se apoderan de la escena. Pelayo, siempre calculador, y Marta, conmovida por la angustia de Fina, deciden ocultar el cadáver en La Mafinca para evitar que el crimen salga a la luz. Sin embargo, la aparente alianza esconde una peligrosa trampa: Pelayo, en secreto y a espaldas de Marta, se guarda la navaja ensangrentada, el arma que incrimina directamente a Fina.

Con esta prueba en su poder, Pelayo inicia un silencioso pero implacable chantaje. Sin que Marta sospeche nada, él presiona a Fina para que abandone España, advirtiéndole que, de lo contrario, la entregará a la justicia. Acorralada y sin salida, Fina se ve forzada a aceptar.

Antes de marcharse, la joven vive una noche que el público ya califica de inolvidable. Consciente de que será su último momento juntas, Fina y Marta comparten una velada cargada de intimidad, ternura y confesiones, dejando entrever la profundidad de sus sentimientos. Es una despedida silenciosa, en la que las miradas y los gestos dicen más que las palabras.

Al amanecer, Marta despierta para encontrar la ausencia de Fina. Sobre la mesa, una breve nota manuscrita revela la verdad de su partida: no hay traición, sino un sacrificio para protegerla. La escena, interpretada con gran sensibilidad por Alba Brunet, cierra un capítulo intenso y emocional que deja huella entre los seguidores de la serie.

En redes sociales, la reacción del público es inmediata. Mensajes de sorpresa, tristeza y admiración hacia la actriz inundan las plataformas, destacando su capacidad para transmitir la angustia, el amor y la despedida en apenas unos minutos de metraje. Aunque su salida es temporal, la despedida de Fina promete seguir resonando en la trama y en el corazón de los espectadores, que ya esperan con impaciencia su regreso.