En el corazón de Sueños de libertad, donde cada mirada esconde una traición y cada palabra no dicha retumba como un disparo, hay un personaje que desata pasiones, críticas y temblores familiares: don Pedro Carpena, interpretado por el veterano actor Juanjo Puigcorbé. En una reciente entrevista concedida a Atresmedia, el intérprete ha desnudado las entrañas de este complejo hombre, confesando una esperanza que, hasta ahora, parecía impensable: que don Pedro encuentre la redención.
Desde su llegada a la colonia De la Reina, don Pedro ha sido mucho más que un empresario autoritario o un hermano dominante: se ha convertido en el símbolo del control disfrazado de tradición, de la culpa camuflada bajo el poder. Pero Puigcorbé no lo ve como un villano sin alma. Al contrario, en sus palabras se percibe una lucha interna que el personaje aún no sabe cómo librar. “Es un malvado que no quiere serlo, pero lo es”, afirma el actor con una mezcla de compasión y crudeza.
La historia de don Pedro es una telaraña de manipulaciones. Su control sobre su hermana Irene –interpretada con gran sensibilidad por Ana Labordeta– es una constante en la trama. “Él la utiliza para que le haga favores”, admite Puigcorbé, dejando entrever una dinámica tóxica y profundamente dolorosa que, más allá del chantaje emocional, revela una necesidad desesperada de aferrarse a una figura que lo respalde… o lo sostenga mientras su mundo se desmorona.
Y ese mundo comienza a agrietarse peligrosamente con la llegada de Cristina, la hija biológica de Irene, interpretada por Sara Sanz. La existencia de Cristina fue ocultada durante años por decisión directa de Pedro, en un intento de controlar la verdad, de moldear la realidad a su antojo. Pero la verdad, como siempre, acaba por salir a la luz. Y con ella, la estructura que Pedro tanto ha protegido empieza a tambalearse.
Esta revelación no solo pone en jaque su relación con Irene, sino que amenaza con destruirlo todo. La pregunta ya no es si don Pedro podrá mantener su imperio emocional intacto, sino si será capaz de mirarse al espejo sin romperse por dentro. Puigcorbé describe a su personaje como alguien lleno de contradicciones, con un “corazón de niño” oculto tras una fachada de dureza. ¿Será ese corazón lo suficientemente fuerte como para aceptar sus errores y redimirse?
El actor deja la puerta abierta: “Espero que tenga redención”. Pero la ficción, como la vida, no siempre concede ese lujo. La presencia de Digna (Ana Fernández), guardiana de un secreto aún más devastador, puede suponer el punto de no retorno. ¿Logrará Pedro enfrentarse a sus sombras o terminará hundiéndose en ellas?
Desde su estreno en febrero de 2024, Sueños de libertad ha conquistado las tardes con una mezcla de drama, ambientación de época y giros emocionales que cortan la respiración. Con un elenco coral liderado por Natalia Sánchez, Dani Tatay, Roser Tapias y un imponente Juanjo Puigcorbé, la serie se ha convertido en heredera directa de Amar es para siempre.
Y entre todos los personajes, don Pedro destaca por su imprevisibilidad, su peligro, y también por su profunda humanidad, esa que apenas se insinúa pero que, quizás, sea su única salvación.
Lo único seguro es que la redención, si llega, tendrá un precio. Y el tiempo se agota.