Feliz. Esta es la palabra que mejor define el estado actual de Natalia Sánchez (35). Profesionalmente las cosas no le pueden ir mejor a esta actriz que se dio a conocer siendo una niña en ‘Los Serrano’. Y es que la serie diaria que protagoniza, ‘Sueños de libertad’, un año y medio después de su estreno en Antena 3, es la más vista de la televisión. En cuanto a su vida personal, disfruta de la bonita familia que ha formado junto al actor Marc Clotet (45). Pero no todo ha sido un camino de rosas este año.
Para conciliar su vida familiar como madre de dos hijos con su trabajo, Natalia ha tenido que emplear grandes dosis de esfuerzo y mucha organización. De todo ello hablamos con la actriz justo antes de comenzar sus vacaciones en las que su único objetivo es disfrutar de los suyos.
Balance de la temporada
¿Qué balance haces de esta temporada?
Más que positivo. No solo porque la serie haya funcionado de maravilla, con unas audiencias espectaculares, sino también porque el equipo, la familia, sigue estando. Los últimos días han sido una locura porque estuvimos cerrando serie corre que te corre, pero estamos muy contentos. ‘Sueños de libertad’ es un regalo.
La serie no deja de emitirse, pero vosotros tendréis un descanso de casi cuatro meses. ¿Qué vas a hacer?
Descansar y estar con mi familia. ¡Para de contar! (risas). Voy a tener tiempo de sobra para coger fuerzas para la temporada que viene, porque volveremos muy fuerte.
Foto: Luis Miguel González.
“Creo que en ‘Sueños de libertad’ hemos dado con la tecla”, afirma Natalia Sánchez, que da vida a Begoña Montes en esta serie producida por Atresmedia TV y Diagonal (Banijay Iberia).
Foto: Luis Miguel González.
La difícil conciliación
¿Cómo te organizas para compaginar vida laboral y personal?
Los fines de semana me levanto a las cinco y estudio hasta que lo hacen los peques. Mi chico se los lleva un rato para que pueda seguir estudiando y luego, priorizo estar con ellos. A diario me levanto también a las cinco para repasar y gestionar mi vida. Porque mi trabajo no acaba aquí: tengo dos hijos, otros trabajos y, o avanzo esas horas por la mañana hasta que el mundo empieza a moverse, o no puedo hacer nada. Rodamos hasta las cinco y media de la tarde y luego, hay que repasar lo del día siguiente.
Foto: Luis Miguel González.
Ufff… Difícil sacar tiempo para todo.
Exprimo las horas, soy una experta en sacar tiempo de donde no lo hay. Creo que cuantas más cosas tienes menos procrastinas, porque la vida no te deja. Hay veces que, antes de una secuencia, estoy haciendo la compra online, escribiendo a la tutora de mi hija… La conciliación es difícil.
Es un doble esfuerzo por ser la protagonista de una serie diaria y por ser madre.
Absolutamente y tengo la suerte de que Marc es la otra mitad, pero cuando él está trabajando es un encaje de bolillos.
Gracias a que compartís tareas…
Eso es, no es que Marc me ayude, es una responsabilidad conjunta. Nos dividimos tareas en función de quien tenga más tiempo libre. Hacemos planificaciones semanales, mensuales, trimestrales…
¿En este tiempo, has echado de menos hacer otro tipo de trabajos?
No, estamos tan inmersos en la serie que no puedes echar de menos trabajar. Sí tener más tiempo para disfrutar más del trabajo o dedicarle todo el que te gustaría, pero también he aprendido a relativizar y a dejarme llevar con el proyecto.
Foto: Luis Miguel González.
¿Y en este descanso te apetece algún trabajo puntual?
Si el proyecto es bonito siempre apetece, pero conociendo que volvemos a grabar en octubre, hay que saber parar y disfrutar de lo que toca ahora, que es la familia, y me apetece mucho.
¿Tus hijos han ido a verte al plato alguna vez?
Sí, una vez porque no tenían colegio y les encantó. Quieren volver.
Reto superado
Cuando empezasteis con la serie, el reto era importante: tomar el testigo de ‘Amar es para siempre’. ¿Sentiste el peso de la responsabilidad?
Yo siempre tengo esa presión con todos mis proyectos, porque soy muy exigente y perfeccionista. En este caso, la audiencia de ‘Amar’ merecía un paso más, algo nuevo, pero que rápidamente se pudiera hacer familia y creo que hemos dado con la tecla. Los guiones te tienen en vilo. Incluso nosotros estamos subiendo a la oficina todo el día para que nos cuenten más. Yo estoy enganchada a las tramas y, cuando me encuentro a mis compañeros en maquillaje, les intento sonsacar (risas).
Las tramas de ‘Sueños de libertad’
¿Cómo ha evolucionado Begoña, tu personaje?
Ha aprendido a priorizarse en muchos aspectos. Lo que pasa es que estamos en una época donde hay grandes limitaciones para las mujeres a la hora de volar, de amar sin miedo y cada paso que da hay que medirlo bien, por lo que sigue teniendo muchas dificultades. Pero parece que Begoña va a atravesar un momento maravilloso. No puedo contar más (risas)…
Foto: Luis Miguel González.
María, a quien interpreta Roser Tapias, se está interponiendo en la felicidad de Begoña… ¿Cómo os lleváis vosotras en la vida real?
Fenomenal. Todo lo contrario a la ficción. Somos amigas y esta buena relación nos permite jugar en algunas secuencias. Nos ayudamos mucho, nos entendemos muy bien y compartimos muchas confidencias.
¿Y con Dani Tatay, tu amor en la serie?
Lo mismo. ¡Lo veo más que a nadie de mi familia! Es un gran compañero y una persona maravillosa que tiene un corazón que no le cabe en ese pecho tan enorme que tiene, porque es un armario (risas).
Tenéis tan buena relación entre el equipo que quedáis fuera del rodaje, ¿verdad?
Sí, no me puedo sumar a todas las quedadas, porque tengo una familia que me necesita y a la que yo necesito, pero a veces lo hago.
¿Cómo llevas la reciente marcha de la serie de Alain Hernández, como él explicó, para estar más cerca de su familia en Barcelona?
Pues fatal, la verdad… Le echo mucho de menos. Pero cada uno tiene su situación personal y también desde la serie se van tomando decisiones. A mí me hubiera encantado que se hubiera traído a la familia a Madrid y que siguiera con nosotros. Pero bueno, hablamos todas las semanas y seguro que nos encontramos en otros proyectos.