En el capítulo 376 de Sueños de Libertad, la tensión alcanza su punto máximo cuando Santiago atrapa a Marta y Fina en una casa, dejándolas sin escapatoria. Desesperada por salvarse, Marta intenta negociar con él, ofreciendo su ayuda para escapar del país, además de prometerle riquezas. Propone que podrían hacerse ricos con joyas, relojes o una fortuna, pero Santiago, consumido por el dolor y la rabia, rechaza su oferta. Le grita que se calle, ya que su dinero no servirá de nada debido a su profundo sufrimiento, causado por la muerte de su abuela, quien falleció sola y desatendida, y a quien culpa por completo las familias de Marta y Fina.
Santiago desata su furia acusando a las familias de Marta y Fina de tener el poder de hacer y deshacer a su antojo, sin importar las consecuencias. Este resentimiento alimenta su deseo de venganza, prometiendo que no solo se deshará de Marta y Fina, sino que también planea enfrentarse a Pelayo, un hombre influyente que considera responsable de su sufrimiento. Marta intenta manipular la situación a su favor, sugiriendo que Pelayo podría ayudar a resolver las cosas, ya que está de viaje. Le explica a Santiago que si cesa con su locura, su situación podría mejorar gracias a la influencia de Pelayo. Sin embargo, Santiago responde con sarcasmo, diciendo que revelará el secreto de Pelayo: que le gustan los hombres, con el fin de arruinar su reputación y poder.
En su discurso, Santiago expresa su profundo desprecio y odio hacia personas como Marta y Fina, a quienes considera despreciables. Critica la injusticia del país, donde los poderosos tienen una vara de medir diferente a la de los pobres, y declara que finalmente, hoy, se hará justicia. Con una amenaza más directa, promete comenzar su venganza con Marta frente a Fina para que ella también pueda presenciar su sufrimiento.
Sin embargo, la situación da un giro inesperado cuando Fina, con valentía, logra liberarse y ayuda a Marta. Santiago, derrotado, cae al suelo incapaz de hacerles daño. Marta, aliviada, tranquiliza a Fina, diciéndole que ya no hay nada que temer, pues Santiago ya no podrá hacerles nada.
Este episodio intensifica los conflictos en Sueños de Libertad, mostrando la crueldad de Santiago, pero también la valentía y determinación de Marta y Fina, quienes logran escapar de su poder.